Diferencias entre gres y porcelánico

Gres y porcelánico: Ambos materiales parten de una base común, pero se diferencian en las materias primas y la resistencia

 

Cuando una persona se enfrenta por primera vez a la selección de azulejos para un proyecto de construcción o de reforma, una de las primeras decisiones que debe asumir es el tipo de baldosas que elige: ¿Vamos a utilizar gres o porcelánico? La respuesta, como siempre, será que depende del presupuesto, del material que necesitemos e incluso de nuestro criterio estético.

 

Para comprender si es mejor escoger uno u otro material, hay que tener en cuenta cuáles son sus principales diferencias:

 

  • Las materias primas: Las diferencias empiezan en algo tan básico como el material con el que están fabricadas las baldosas. Los suelos de gres utilizan principalmente arcillas rojas menos refinadas que las arcillas blancas del porcelánico. Estas últimas son arcillas mucho más purificadas y refinadas y, como consecuencia, su capacidad de absorción de agua es mucho menor.

 

  • La porosidad: Como consecuencia del tipo de arcilla utilizada en su elaboración, porcelánico y gres tienen una capacidad completamente diferente para absorber el agua. El gres es un material mucho más poroso y, por tanto, absorbe el agua mucho más que el porcelánico, que apenas retiene la humedad. Por tanto, el porcelánico será mucho más adecuado para su uso en exteriores, mucho más expuestos a las inclemencias del tiempo, que el gres convencional.

 

  • La resistencia: Aunque ambos materiales tienen una extraordinaria resistencia, el porcelánico es un material más denso y, por lo tanto, más resistente. Por eso se recomienda especialmente para exteriores, muy sensibles a los cambios de temperatura y a las inclemencias del tiempo, y para interiores donde vaya a pasar mucha gente.

 

  • Los formatos: El tamaño de las piezas es otra de las diferencias fundamentales entre ambos tipos de material. En general, las piezas de gres son de menor tamaño que las piezas de porcelánico. De hecho, la posibilidad de fabricar formatos realmente grandes, incluso por encima de los tres metros, es una de las últimas revoluciones de la industria cerámica y llega de la mano de las mejoras en la producción del porcelánico.

 

  • El precio:  El gres convencional es más económico que el porcelánico y, de hecho, su excelente relación calidad-precio sigue siendo su principal ventaja competitiva. Difícilmente encontraremos un material más resistente a un coste menor. Sin embargo, cuando buscamos más prestaciones o más diseño, la elección será el porcelánico, aunque eso implique que su coste sea también más elevado. No hay que olvidar que las diferencias en el coste no solo se refieren a las propias baldosas, sino también a los adhesivos y materiales necesarios para su colocación.

 

  • Su uso: El gres sigue siendo un material perfecto para los revestimientos, ya que no requieren tanta resistencia como los pavimentos. Para un suelo de interior de uso moderado podremos utilizar tanto un porcelánico como baldosas de gres. Sin embargo, si el espacio va a tener un uso intensivo o si está al aire libre, expuesto al sol, al frío, a las heladas o a la lluvia, será recomendable utilizar un pavimento porcelánico.

 

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