¿Por qué hay baldosas de diferentes grosores?

 

Aunque la tendencia es fabricar los azulejos lo más finos posibles, algunos proyectos requieren grosores especiales

 

Una de las preguntas más habituales de las personas que no están muy familiarizadas con la cerámica es sobre su grosor. ¿Por qué encontramos baldosas realmente gruesas y otras, en cambio, apenas tienen unos milímetros de espesor? Lo cierto es que la respuesta a esta pregunta es bastante compleja, porque el grosor de las baldosas depende de numerosos factores y no hay un espesor mejor que otro, sino que cada tipo de azulejo es más conveniente para un uso y un objetivo diferentes.

 

Para empezar, hay que tener en cuenta que lograr azulejos más finos siempre va a suponer un ahorro: cuestan menos de producir, de almacenar, de transportar y de colocar, por lo que la industria cerámica mejora día a día los procesos de producción para lograr que las baldosas sean más finas sin perder durabilidad y resistencia. Esto es especialmente importante con los azulejos de gran formato que desde hace unos años protagonizan gran parte de las colecciones cerámicas: sería imposible fabricar y colocar baldosas enormes si no fueran cada vez más finas porque su peso sería demasiado incluso para los profesionales con más experiencia.

 

Así pues, sabemos que los azulejos van a tender a ser lo más finos posible. Las baldosas de menor grosor son las que tienen menos de 1 cm de espesor y suelen ser revestimientos, ya que las paredes tienen unas características completamente diferentes a los suelos: no van a ser pisadas continuamente y, por tanto, pueden permitirse esos milímetros de menos en su fabricación.

 

Cuando vamos a colocar un azulejo en el suelo, es decir, un pavimento, ya tenemos que plantearnos grosores algo mayores, alrededor de 10 mm. Eso permitirá dar al material la resistencia necesaria para soportar el tránsito de personas, tanto si está fabricado en gres como en porcelánico. Podríamos decir que este es el grosor estándar en la mayor parte de azulejos que se pueden emplear como pavimento, ya que facilita una gran resistencia sin la necesidad de generar materiales demasiado pesados.

 

Pero también nos encontramos con otros lugares que, por sus características o por su uso, van a requerir azulejos mucho más gruesos de lo normal. Es el caso de nuestro SOLID20 que cuenta con hasta 20 mm de grosor, recomendados para su uso en exteriores con cambios de temperatura muy bruscos entre el día y la noche o lugares con condiciones meteorológicas muy extremas. Además, las piezas de gran grosor pueden ser también recomendables para esos exteriores donde no hay una base muy sólida (arena, por ejemplo) y vamos a necesitar mucha resistencia debido al paso constante de personas. No hay que olvidar que este tipo de azulejos requiere también un proceso de colocación diferente, con materiales especiales y con más experiencia por parte de los profesionales.

 

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